Los dientes flojos a menudo pueden ocurrir como resultado de una enfermedad de las encías. Esto sucede cuando la acumulación de bacterias causa inflamación e infección de las encías, lo que puede debilitar el hueso y las encías que sujetan los dientes.
Otras razones para los dientes flojos pueden ser accidentes, rechinar los dientes, huesos debilitados (como la osteoporosis), no cuidar bien los dientes, fumar o ciertos problemas médicos. Es importante acudir rápidamente a un dentista para obtener el diagnóstico y tratamiento correctos, que pueden incluir una limpieza profunda, antibióticos, férulas o cirugía de encías.